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Mostrando entradas de febrero, 2024

10 intentos para acabar con mi esposa

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Después de casi veintidós años he decidido divorciarme de mi mujer. Pero nada de divorcio al uso. He tomado la firme decisión de acabar con ella por la vía del asesinato premeditado. Aquí dejo por escrito diez intentos por acercarla al Creador. Tal vez en un futuro me sirva para no cometer los mismos errores. Comencemos.   Primer intento: Caída accidental de maceta. No estaba muy ducho en esto de asesinar y menos a la peinabombillas de mi parienta así que comencé con un clásico: la maceta que “accidentalmente” cae desde las alturas.   —Calvo barrigón bajo a comprar mi revista de cabecera —me espeta la foca de mi señora con voz de pito atragantado—. ¡Ah! Mamarracho, no te olvides de regar los geranios y en lo que llego pasa la aspiradora…   —Sí, mi lucero, no te preocupes que regaré tus plantitas y pasaré la aspiradora por cada esquina y por cada rincón…   La pelazarzas de mi esposa es fea, sí, muchísimo. Tan fea que cuando se acuesta los monstruos se asoman para ver si está

No mires debajo de tu cama

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03:00 de la madrugada A na dormía profundamente, ajena por completo a la noche que le aguardaba. Así suelen ser las tormentas, calmosas antes de desmelenarse por completo. Rondaban las tres de la madrugada, el exterior rezumaba tranquilidad y la calle desierta no contaba con más compañía que algunos gatos callejeros y el cielo estrellado. 03:15 de la madrugada   Quince minutos después una serie de temblores despertaron a la bella durmiente. Somnolienta agarró el móvil para ver la hora. Las tres y cuarto de la madrugada. Frotó los ojos y bostezó un par de veces. Por lo regular cuando dormía sola le costaba hacerlo del tirón toda la noche. Sea como fuere no prestó mayor atención así que volvió a acurrucarse.   Sin embargo el asunto no había hecho más que comenzar. Intensas vibraciones sacudieron el gastado suelo de parquet. Precedió a algo más inquietante pues ni eran temblores ni vibraciones sino más bien uñas rascando angustiosamente desde el interior de un ataúd.   Ana incor