Advenimiento -giros de peonza-

«No tengo espíritu de líder ni tampoco podría comportarme como tal». Así reza el cartel pegado en la puerta del armario. Abajo un número de teléfono que resulta ser el mío... Voy por la carretera rural más urbanita. Es tarde, una bruma rojiza envuelve la contorna. Coches de combustión espontánea circulan pegados al asfalto. Gozan de singular penitencia al abrigo de las farolas, éstas cosquillean la madrugada con sus luces led de filos aserrados. Esta noche fría y pesada se muestra igual que gotas de rocío resbalando por los pétalos de una rosa. Bruma extensiva y opresora que no permite salir del infierno sin haberlo apostado todo a una carta. En mi bicicleta, sin cadena, apenas puedo ver las líneas de la carretera pero ¿qué falta hace cuando es mi instinto quien lleva el manillar? Pedalada que va y pedalada que viene. La distancia larga se ha hecho amiga del trecho corto empero cuanta fatiga entremedias. Tan fluid...