OníriKa -Madrugada del sábado-
Ya
viene cargada de fantasías esta noche primordialmente importunada. En la
madrugada se perfila el triunfo de un solo concepto, manoseado, cautivo de mil
pares de bocas demagogas. Sin paños calientes ni aceite hirviendo para las
heridas de después...
Primera ensoñación: cómo hacer escaleras de piedra
para templos hinduistas. Segunda ensoñación: cinco pasos de madera para subir al
cadalso. Hay quienes dicen ser guías replicantes; ciegos insomnes que otean el
inmenso horizonte en pro de sus propias conjeturas.
Se autoproclaman patricios ensoñadores o por
decirlo de manera más literal ¡amos del universo onírico! Sea o deje de serlo ha
caído a plomo la noche, llevando de la mano a su querida madrugada. Serviles,
pretenciosas, egos elevados y palabras pueriles clavetean los ángulos del marco
que deberá engalanarla…
Cualquier cosa es cosa de cualquiera ¿verdad o
mentira? Individuos considerados juiciosos y que reos de sus pesadillas
terminan soldados a placas de metal, impelidos por su mordiente curiosidad. Atenuados,
palpitando trémulos a cada repiqueteo. Sin iluminación y sin pies ni cabeza
todo parece alcanzar temprano ocaso, arrastrando hacia el reino de la fantasía
hasta la última fibra muscular.
Atronadores rayos sonoros; cegadores flexos,
agreste campiña dominical, borrasca de verano, escondite para el fugado y
cuerdas sin nudos.
Flash breve empero intenso como el buen café. Novelero
de aventuras insensatas, deslices provechosos y adversos finales.
Madrugada adormilada boca arriba, ejerciendo de
ella misma ya sea intencionadamente o no. ¡Qué parca luz atestigua este ensueño
ensoñado! Arpías y súcubos entre sombras, prolongándose más allá del crepúsculo.
A mí no logran engatusarme con sus melosas eufonías y desastrosas cacofonías. Permaneced
alerta cobijados bajo vuestros edredones nórdicos.
Zarrapastroso de aspecto y no menos deplorable
comportamiento. Acarreador de argumentos falsarios prestos y dispuestos a repartir
credibilidad tan densa como opaca. Flotarán arratonadas en el espacio perpetuo.
Esto queda escrito hasta el advenimiento de la consiguiente madrugada...
Diáfanos ambientes confundiendo premura con
divagación. Otrora quizás la meta quedara lejos, incluso más allá de una vida
entera. Madrugada de fantasmas personales e impersonales; madrugada de
violadores sin polígono, asesinos con remordimientos y criaturas sedientas de
sangre azul pues siempre sabrá mejor que la roja.
Sin embargo este enmascarado talento para la
teatralidad ha conformado alianza con otros seres. Habitantes abismales que
nunca han visto el lado fotogénico de un fotón. Antítesis puestas de acuerdo, teléfonos
móviles abandonados en jaulas de Faraday y un antónimo amigable ¡qué torpeza!…
Juiciosos en cuna de oro labrada con los sollozos
de no pocos perdedores. Da igual al ser noche de sueños rotos y ensueños anacrónicos.
Se han apartado esos brillos dorados de ahí adelante para dejar lugar a los
plateados de ahí atrás. En recta condición el mundo se dirige a la muchedumbre;
voz grave de mando para hacerse entender. Hasta en el éxito uno puede vivir el
reflujo del fracaso, remanente de afinidades sinfín…
Rezuman hedores y olores a fangal, apestosos
retablos compuestos por tocatas abstractas con clarinetes y timbales tañendo desde
el subsuelo. Se asoman a la medianoche con partituras compuestas por conjuros y
maldiciones, enjuagándose el gimoteo contra las afiladas aristas de la aurora.
Luces y sombras sombrías, jugando cogidas de
la mano. Período compuesto y descompuesto mordisqueando huesos ya mordidos por
las estaciones. Llegan de a pares de cinco, nueve y dieciocho...
¡Sueña ruin soñador! Sueña sueños conjugados
en pluscuamperfecto. Si tomas su palabrería para hacerla tuya se te acumulará
sal en la comisura de los labios ¿es eso lo que quieres? ¿Lo ves? Te estás
desplazando sobre canicas de colores, rodando hacia todas partes. No se adueñan
de su porción de movimiento ni tampoco emiten clamores disconformes. Defienden
lo suyo así como una madre rota lucha por la inocencia de su vástago pederasta.
Motivo para la motivación desmotivada. Ser para no serlo. Déjale practicar con los
vasos comunicantes en alguna bodega sin gravedad…
Con tus pies colgados del banco te caerán los chapines como truenos al pararrayos. Se ejecuta esta madrugada lenta y pesadamente, degustando organismos ajenos al vivir. Voz de plano divergente, berrea del ciervo sin astas y matrimonio entre iguales igualmente vestidos para la ocasión.
Dragones rojos sobrevuelan castillos ganchudos
de piedra molida. Pozos del inframundo supuran malaventuras; dioses jugando a
los desnudos y autoridades podridas apropiándose de esa última colecta. Y es
que todo cabe en un mal sueño…
Madrugada cántame nanas al oído, asústame como
tú saber hacerlo. Grítame fuerte, sacúdeme, atízame… lo que sea si con ello reluces
esta simpar noche sofocada. Gorgoteos a horas pantanosas y subida al paraíso para,
sin aliento, descender al hades. Aire que ha partido sin equipaje, aire que
permanece intacto para los demás pero no para este servicial servidor…
Pasean a escasos metros de mi vista zagales ensangrentados,
crucifijos sin cuello alzado, sapos devorando elefantes, langostas a lomos del
trigo seco, perros mordiendo la mano que les da de comer, gatos pardos arañando
la cara oculta de la luna e incluso una planta carnívora tragándose a sí misma…
Botellas medio vacías a vasos medio llenos, perfecta
conjunción del calamar y sus tentáculos, proveyendo alimento.
Clarísimamente reconozco el sonido del
ronquido propio. Tejemanejes bien encarrilados por el hacendado indecente. ¡Duerme
gandul inquieto! Descansa con los dedos entrelazados entre tus manos, cosechando
sin cosecha...
Pájaros libres hasta la punta de sus alas. Categoría
de buscador alado entre toneles de vino picado y cántaros estampados. ¡No
pueden engañar al rey del insomnio! ¿O sí? Torpedean cada amago de idea porque no
saben hacer otra cosa. Sea como fuere seguimos dormidos y durmiendo ¿a que sí?…
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