El lago

S u padre amaba la pesca y antes que él su abuelo. Era inevitable que Fidel terminase por amarla también. Esta es su historia, tan increíble como veraz y yo, humilde narrador doy fe a tal excepcional hecho. Los acontecimientos que pasaré a contar carecen de conexión con este mundo pragmático mas no por ello pierden un ápice de verdad. Ahora bien dependerá de cada uno de ustedes creérselo o no. La casona familiar sigue estando enclavada en un paraje de ensueño. Árboles frondosos, fauna espectacular, cielo siempre azul y sobre todo el gran lago. Su extensión y caudal son considerables a pesar de las sequías que han asolado la región en los últimos años. No menos destacable lo profundo del mismo; de hecho dicen que a partir de los diez metros de inmersión la visibilidad mengua exponencialmente. Sin duda aquello es territorio de peces y no de personas. ...